martes, 31 de octubre de 2017

Napoleon-born2party
¿Cómo que la foto no tiene nada que ver con el texto? ¿A que te meto?

No me hagan hablar de este tema, por favor. No me hagan ustedes hablar de él, que cuando los zorros nos ponemos, nos ponemos.

Parece mentira a estas alturas tener que explicar las enormes diferencias que nos separan, prácticamente un abismo insalvable. No hay más que ver nuestro concepto de patria y nación: un espíritu aunado en nuestra comunidad para lograr un proyecto común de bienestar, en cambio el suyo…

Queda claro, aunque ellos digan lo contrario, que la comunidad internacional nos concibe por nuestra enorme aportación al concierto universal de la cultura, nuestra propia personalidad y carácter únicos en esta tierra, nuestra riqueza artística y espiritual, en resumen: por nuestros valores.

Somos herederos de una tradición histórica, no como ellos, que solo se dedican a esgrimir las más ruines (y mezquinas) mentiras con tal de ilegitimarnos. Nos quieren imponer sus ideas sobre si es mejor la monarquía o la república, ¿qué me dicen de eso? Está claro que nuestro sistema es mucho mejor, no cabe ninguna duda de que en sus múltiples ventajas reside su verdadera valía. Miren la cantidad de países del mundo que lo tienen y lo bien que les va, ¡por favor!

¿Y sus políticos? Sus políticos son unos chorizos, ¡hombre ya!, unos mangantes y unos aprovechados que solo están en esos puestos para hacerse de oro a costa de los de siempre, no como los nuestros, claro está, que son un dechado de moralidad. No hay más que verles: es obvio que solo quieren lo mejor para nosotros.

Y su bandera, ¡ay Diox mío, su bandera! Aparte de que es totalmente ilegítima, resulta que sus colores son feísimos, joder, si es que parece que cuando sea  que los eligieron, lo hicieron adrede para ofender el buen gusto del espectador. La nuestra, en cambio, da placer con solo mirla.

No hay que ser un lince para ver que ellos se equivocan y que nosotros somos portadores de la única razón. Nuestro camino es el correcto y único a seguir, no como el suyo, que solo lleva a la ruina y a que los pobres tengan aún menos si es posible.

Está claro que no podemos dejarles que se salgan con la suya, ¡hay que acabar con su campaña de desinformación cuanto antes para que todo el mundo vea claro que desde el principio fuimos nosotros los que tuvimos la razón!

Ale, ya lo han conseguido. Ya me han tirado ustedes de la lengua.


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